Reseña y Crítica de "Snowfall" - Temporada 3
"Snowfall", la serie creada por John Singleton, Eric Amadio y Dave Andron, ha logrado consolidarse como una de las narrativas más impactantes sobre el auge del crack en Los Ángeles durante los años 80. La tercera temporada, estrenada en 2019, se adentra aún más en las complejidades de sus personajes y en las consecuencias devastadoras de la epidemia de drogas en la sociedad.
En esta temporada, seguimos el viaje de Franklin Saint, interpretado magistralmente por Damson Idris, quien se encuentra en una encrucijada moral tras haber ascendido en el mundo del narcotráfico. A medida que su imperio se expande, también lo hacen los riesgos y las traiciones. La serie explora no solo la ambición que consume a Franklin, sino también las repercusiones que sus decisiones tienen en su familia y en su comunidad.
Uno de los puntos más destacados de esta temporada es la profundización en la relación entre Franklin y su madre, Cissy, interpretada por Michael Hyatt. La narrativa se vuelve más personal y emocional, brindando una mirada íntima a cómo el negocio de las drogas afecta las dinámicas familiares. La actuación de Hyatt es conmovedora y añade una capa de complejidad a la historia, mostrando la lucha de una madre por proteger a su hijo mientras navega por el caos que lo rodea.
La dirección y el guion continúan siendo sólidos, con un equilibrio perfecto entre la acción y el desarrollo de los personajes. Los episodios están meticulosamente construidos, manteniendo al espectador al borde de su asiento mientras se desarrollan intrigas y conflictos. Los giros inesperados en la trama mantienen la tensión y el interés, lo que es esencial en una serie que trata temas tan delicados.
La temporada también introduce nuevos personajes que aportan perspectivas frescas y desafíos adicionales para Franklin. Uno de ellos es el personaje de Gustavo "El Oso" Zapata, quien, interpretado por Sergio Peris-Mencheta, se convierte en una pieza clave en la expansión del negocio de Franklin, al mismo tiempo que representa el costo humano de la guerra contra las drogas.
Visualmente, "Snowfall" sigue destacándose. La cinematografía captura la esencia de Los Ángeles en esa época, con una atención al detalle que transporta al espectador a los años 80. La banda sonora, que incluye una mezcla de música de la época, complementa perfectamente la atmósfera y contribuye a la narrativa.
Sin embargo, la temporada no está exenta de críticas. Algunos espectadores podrían sentir que ciertos arcos argumentales se sienten alargados o que algunos personajes secundarios no reciben el desarrollo que merecen. A pesar de esto, la profundización en la psicología de Franklin y su lucha interna es un motivo suficiente para mantener el interés a lo largo de la temporada.
En resumen, la tercera temporada de "Snowfall" es una continuación poderosa y emocional de una historia que explora el impacto del narcotráfico en la vida de los individuos y las comunidades. Con actuaciones excepcionales, una narrativa envolvente y una dirección cuidada, la serie se reafirma como un referente en el género dramático contemporáneo. Para aquellos que buscan una trama intensa y humana, "Snowfall" es una apuesta segura que no decepciona.